Eurocopa 2024: Tensiones Políticas y Cánticos Nacionalistas Empañan el Torneo
Mirlind Daku, jugador albanés, recibió una sanción de dos partidos por participar en cánticos nacionalistas durante un encuentro de la Eurocopa 2024 contra Croacia. Daku usó un megáfono para liderar a los aficionados en consignas contra Serbia y Macedonia del Norte después del empate 2-2 en Hamburgo. Este incidente destaca las tensiones políticas latentes en la Eurocopa 2024, particularmente entre las naciones balcánicas. El comité disciplinario de la UEFA declaró a Daku culpable de violar los principios de conducta, utilizar un evento deportivo para manifestaciones no deportivas y desprestigiar el fútbol.
La Federación Albanesa de Fútbol también recibió una multa de 47.250 euros por los cánticos antiserbios de sus aficionados. La Federación Serbia de Fútbol había amenazado con retirarse del torneo si la UEFA no abordaba el problema. Estos incidentes subrayan el complejo panorama político de los Balcanes y su potencial para perturbar la Eurocopa 2024.
Albania se enfrentó a un crucial partido de la fase de grupos contra España, con la sanción de Daku extendiéndose a los octavos de final si Albania clasificaba. Daku emitió una disculpa en las redes sociales después del incidente. El capitán albanés, Berat Djimsiti, enfatizó la concentración del equipo en el próximo partido y reconoció el error de Daku. Se remitió a la UEFA en cuanto a los aspectos políticos de la situación, destacando el objetivo principal de los jugadores de competir en la Eurocopa 2024.
La UEFA también investigó a las federaciones de fútbol de Albania y Croacia por posible conducta racista o discriminatoria de sus aficionados. Croacia recibió una multa de 27.500 euros por aficionados que encendieron y lanzaron fuegos artificiales. La federación albanesa fue multada por transmitir mensajes provocativos, y la UEFA confirmó que las investigaciones sobre conducta racista estaban en curso. La FSHF (Federación Albanesa de Fútbol) instó a los aficionados a comportarse de manera responsable y evitar más incidentes durante la Eurocopa 2024.
El desempeño de Albania en la Eurocopa 2024, incluyendo una derrota ajustada ante Italia y el empate con Croacia, ha sido impresionante. Sin embargo, la presencia de varios equipos de la antigua Yugoslavia (Croacia, Serbia y Eslovenia) junto con Albania y Kosovo, ha traído conflictos históricos y sensibilidades políticas a la palestra de la Eurocopa 2024.
Los cánticos nacionalistas y las pancartas provocativas han inyectado un nivel indeseable de hostilidad en el torneo. La UEFA ya había multado tanto a Serbia como a Albania después de sus primeros partidos por aficionados que exhibían mensajes provocativos, lo que destaca el desafío continuo de mantener una atmósfera puramente deportiva en la Eurocopa 2024. Estos incidentes siguen un patrón de enfrentamientos políticamente cargados entre equipos y aficionados de la región balcánica.
La acreditación de un periodista kosovar fue revocada por la UEFA después de que hiciera el gesto del águila albanesa ante la cámara frente a los aficionados serbios. La falta de clasificación de Bosnia-Herzegovina en los playoffs evitó una dinámica política potencialmente aún más compleja en la Eurocopa 2024. El presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, había expresado su deseo de una máxima participación de la región balcánica. Sin embargo, la política de la organización de evitar que Kosovo se enfrente a Serbia o Bosnia por razones de seguridad demuestra el delicado equilibrio requerido para gestionar las tensiones políticas en el contexto de la Eurocopa 2024. La candidatura conjunta de Albania y Serbia para albergar la Eurocopa Sub-21 en 2027 subraya aún más la compleja interacción entre el fútbol y la política en la región.